Por su primer gol quedó seleccionado para el premio Puskás, pero perdió ante Neymar. En la final ante el Manchester United el 28 de mayo en el estadio de Wembley, fue determinante en el juego de su equipo, no sólo por su gol, sino también por sus pases, caños y regates. El Barcelona ganó 3-1 y consiguió su cuarta Copa de Europa. Se convirtió también en el jugador que marcó más de treinta goles en todas las competiciones por trece temporadas seguidas y el ganador de más títulos (35) en la historia del Barcelona.